Entender lo que se necesita para salvar un alma del pecado y del infierno es lo más importante que hay en el mundo.

Piense en un martillo. Está diseñado para clavar. Para eso fue creado. Ahora imagine que al martillo nunca se le da uso. Solo está guardado en la caja de herramientas. Al martillo no le importa.

En la primera lección hemos visto que Cristo Jesús es el Hijo de Dios. Es también el Verbo de Dios, y La Luz. Por recibirlo y creer en Él, puedes ser hecho hijo de Dios.

Es prudente cuando consideramos que nuestras acciones nos afectarán mas adelante.

Jesucristo es el Verbo de Dios. Juan el Apóstol nos relata cuando el Verbo de Dios vino al mundo.

La Biblia contiene la mente de Dios, el estado del hombre, el camino de la salvación, el destino de los pecadores, y la felicidad de los creyentes.

¿Cómo puedo saber cuál es la voluntad de Dios para mi vida?

El Primer paso después de creer y recibir a Jesucristo es el Bautismo por agua.

Los Primeros Pasos del Creyente Cristiano

El día que decidí creer en Jesucristo y confiarle como mi Señor y Salvador fue el mejor día de mi vida.

que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo

Someone has well said that discouragement is a darkroom where the negatives of fear and failure are developed.

La fe no proviene de ver milagros o escuchar los testimonios de otras personas; viene de escuchar y creer la Palabra de Dios. / Faith doesn’t come from seeing miracles or hearing other people’s testimonies; it comes from hearing and believing the Word of God. 

La oración es conversación con alguien que siempre está ahí. La oración nos permite acceder a través de Jesucristo a una conversación con Dios.

“Entonces silenciosamente espero que Él me hable.”

Dios quiere que pidas. Él de verdad lo desea. Pero hay algunas condiciones que él te da para responder a tus peticiones.

Hoy quiero mostrarles el muy importante tercer paso de llamar y pedir.

El Salmo 100 nos ayuda a entender la primera letra, "O", en la palabra O-R-A-R, que significa…

Tomar el tiempo ante Dios y escudriñe tu corazón y te arrepientas de cualquier cosa que se haya interpuesto entre tú y ÉL.

Decía un humorista: Sólo se vive una vez. Pero si lo sabes hacer bien, una vez es suficiente.